El agujero de la capa de ozono sobre la Antártida ya es más grande que en 2007, aunque los expertos no creen que este año se llegue a los niveles de 2006, cuando se observó el mayor agujero de la historia, ha advertido hoy la Organización Mundial de la Meteorología (OMM), dependiente de la ONU, con motivo del Día Mundial para la Preservación de la Capa de Ozono. La OMM ha alertado, además, de que los cambios observados en la estratosfera podrían retrasar la recuperación de la capa de ozono, a pesar del freno al desgaste logrado tras la firma del Protocolo de Montreal en 1987.
En las dos últimas semanas, el agujero en la capa de ozono antártica -que suele alcanzar su punto máximo a finales de septiembre o principios de octubre- se ha agrandado rápidamente, han dicho los expertos, hasta el punto de sobrepasar ya la cifra de 2007. El 13 de septiembre de 2008, el agujero de la capa de ozono se extendía sobre 27 millones de kilómetros cuadrados, mientras que en 2007 no se habían superado los 25 millones de kilómetros cuadrados.
La OMM ha recordado que los científicos son cada vez más conscientes de la posible relación entre el empobrecimiento de la capa de ozono y el cambio climático. "El aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera conllevará un alza de las temperaturas en la troposfera y en la superficie del globo, mientras que se producirá un enfriamiento en la estratosfera, en las altitudes en las que se encuentra la capa de ozono", señala la OMM en un comunicado. La bajada de las temperaturas en la estratosfera en invierno observada en los últimos años facilita las reacciones químicas que destruyen el ozono.
Geir Braathen, experto de la OMM, ha manifestado que, a pesar del mayor tamaño este año del agujero, "esperamos que a largo plazo la situación mejore. Lo peor ya lo hemos visto [en 2006]". "En las latitudes templadas, donde vive la mayor parte de la población mundial, no creemos que la situación vaya a agravarse, irá mejorando lentamente, pero en las zonas polares es más grave y veremos el agujero de la capa de ozono otros 10 o 20 años como ahora", ha subrayado.
Los gobiernos firmantes del Protocolo de Montreal de 1987 acordaron eliminar en un 95% el uso de gases CFC, comúnmente utilizados para la refrigeración, una decisión a la que se unió el año pasado el compromiso de acelerar la reducción progresiva de los hidrofluorcarbonos (HCFC) que los sustituyeron y que también son perjudiciales para el ozono, además de ser potentes gases de efecto invernadero.
En 2006, el agujero sobre la Antártida alcanzó un récord debido a un invierno especialmente frío y se extendió sobre una superficie de 29,5 millones de kilómetros cuadrados, con una pérdida de ozono evaluada en 40 millones de toneladas.
martes, 16 de septiembre de 2008
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